El inglés T.H. White acostumbró a crear microuniversos de fantasía con suma habilidad, enganchando a lectores de varias generaciones a su obra. “El reposo de la señora Masham” es un imprescindible de este género, e incluso la fascinación que transmite invita a la relectura. El continente de este mundo mágico es una pequeña isla en medio de un lago y próxima al palacio Malplaquet. María, una niña huérfana, se aleja del palacete y se adentra en un universo que la cautivará para siempre. En la citada isla hay espacio para liliputienses (referencia a Gulliver), zorros gigantes, bebés en cáscaras de nuez y urracas usurpadoras. Tal como le dicen a María, llevan viviendo doscientos años en esa espacie de templo. La intriga también está presente en forma de personajes malévolos y objetos importantes que se han extraviado. Los valores que encarna María son dignos de admirar, y será una heroína para todo aquel que lea este libro. Una imprescindible novela santuario de la fantasía y la imaginación.